Los sofocos, también conocidos como bochornos, son uno de los síntomas más comunes de la menopausia. De hecho, aproximadamente la mitad de todas las mujeres durante la perimenopausia, y entre el 75 y 85% ya entrada la postmenopausia, experimenta sofocos.
Si bien el inicio, la duración, la frecuencia y la gravedad de los sofocos en mujeres varían mucho, este síntoma a menudo se presenta en los años anteriores al último período de una mujer y pueden durar de seis meses a quince años.
Las principales causas de sofocos son las fluctuaciones hormonales que ocurren durante la transición hacia la menopausia y el establecimiento de la producción hormonal en mínimos históricos llegada la postmenopausia, una vez que ha dejado de ocurrir la menstruación.
Afortunadamente, es posible tratar este desequilibrio hormonal de forma natural. Continúe leyendo para obtener más información sobre los síntomas de sofocos, sus causas, manejo y opciones de tratamiento.
Acerca de los sofocos
¿Qué son los sofocos?
Los sofocos, también llamados bochornos o calores, son un síntoma vasomotor de la menopausia; esto significa que altera el normal funcionamiento de los vasos sanguíneos, lo que resulta en sensación de calor intenso, transpiración y otros síntomas que pueden variar de leves a severos.
La duración y la frecuencia de los sofocos varían de una mujer a otra. Estos episodios pueden experimentarse en cualquier momento del día o de la noche, aunque los sofocos que ocurren durante las horas de sueño se conocen como sudoración nocturna.
Los sofocos en mujeres que atraviesan la menopausia suelen presentar un patrón específico de síntomas. Algunas mujeres experimentan leves síntomas de sofocos, con poca frecuencia, mientras que otras experimentan síntomas más graves varias veces al día.
Signos y síntomas de sofocos
Los siguientes son los más comunes signos y síntomas de sofocos:
- Oleadas repentinas e intensas de calor. Estas sensaciones suelen afectar la cara, el cuello, los brazos, el torso y, a veces, todo el cuerpo.
- Latido y pulso rápidos o irregulares. Los sofocos pueden producir palpitaciones.
- Enrojecimiento. Este síntoma es particularmente frecuente en mujeres de piel clara.
- Transpiración. La sudoración puede variar en intensidad, de leve a profusa.
- Escalofríos. A menudo siguen a los sofocos, aunque a veces las mujeres solo experimentan sensación de frío.
- Trastornos del sueño. La sudoración nocturna puede interrumpir el sueño y causar fatiga, insomnio y otros problemas para dormir.
- Otros síntomas. Las náuseas, los mareos, la ansiedad y los dolores de cabeza son otros posibles síntomas asociados con los sofocos.
Si bien los síntomas de los sofocos presentan un patrón único en cada mujer, hay quienes corren un mayor riesgo de sofocos severos y prolongados. Las mujeres que toman tamoxifeno, un medicamento para tratar el cáncer de seno, pueden experimentar sofocos más severos y prolongados. Además, las mujeres con histerectomía total a menudo experimentan sofocos más intensos y por más tiempo.
Causas de sofocos
Causas hormonales
Una de las principales causas de sofocos durante la menopausia es el cambio en los niveles de estrógeno. El estrógeno es una hormona reproductiva que tiene un efecto directo sobre el hipotálamo, la parte del cerebro responsable de controlar el apetito, el sueño y la temperatura corporal.
Los niveles bajos de estrógeno confunden al hipotálamo, haciendo que detecte incorrectamente que el cuerpo se está sobrecalentando. Esto provoca una cadena interna de reacciones que las mujeres experimentan como oleadas de calor intenso, o sofocos.
Además de estas causas hormonales de sofocos, que son las más frecuentes, existen otras afecciones médicas también pueden causar este síntoma.
Otras causas de sofocos
Ciertas condiciones de salud y medicamentos pueden causar que una persona experimente sofocos. Por esta razón, las mujeres para quienes la menopausia es poco probable o aquellas con síntomas inexplicables deben consultar a un médico para descartar otras posibles causas de sofocos.
Enfermedades que pueden causar sofocos
- Trastorno de pánico
- Infección
- Obesidad
- Diabetes
- Hiperhidrosis
- Enfermedad de tiroides
- Cáncer
Medicamentos que pueden causar sofocos
- Raloxifeno (medicamento contra la osteoporosis)
- Tamoxifeno (medicamento contra el cáncer de mama)
- Análogos de la hormona liberadora de gonadotropina (p. ej., nafarelina)
Cómo aliviar los sofocos
Afortunadamente, las mujeres que experimentan sofocos, o bochornos, durante la menopausia tienen varias opciones para controlarlos, a fin de reducir su frecuencia y gravedad. En muchos casos, se pueden adoptar sencillas medidas diarias para reducir o prevenir los sofocos por completo. Adicionalmente, evitar desencadenantes comunes es otra forma importante de combatirlos.
Algunos sencillos cambios que pueden ayudar a una mujer menopáusica a controlar los sofocos incluyen:
- Instalar aire acondicionado, al igual que ventiladores de techo y piso, e incluso disponer de pequeños ventiladores de mano.
- Evitar agitarse físicamente, ya que rápidos movimiento corporales pueden elevar rápidamente la temperatura y provocar sofocos.
- Tener a mano agua helada u otra bebida fría durante el día y la noche.
- Tomar una ducha fría antes de acostarse.
- Usar sábanas de algodón y evitar seda o materiales sintéticos.
- Mantener una compresa fría debajo o cerca de la almohada y girarla con frecuencia para mantenerla fresca.
Además de realizar estos simples cambios, evitar los desencadenantes de los sofocos puede ayudar significativamente a una mujer a controlar los sofocos.
Desencadenantes comunes de sofocos:
- Ambientes cálidos (p. ej., saunas)
- Dispositivos que emiten calor (chimeneas, secadores de pelo, calentadores, estufas)
- Estrés
- Ansiedad
- Comidas y bebidas calientes o picantes
- Cigarrillos
- Exceso de cafeína, alcohol y azúcar
- Píldoras de dieta
Realizarpequeños cambios en la vida diaria y evitar desencadenantes puede marcar una gran diferencia para muchas mujeres que intentan controlar los sofocos, o bochornos, en la menopausia. Si bien estas medidas a menudo ayudan a reducir la frecuencia e intensidad de los síntomas de sofocos, no tratan la raíz del problema, que es el desequilibrio hormonal. Afortunadamente, existen diversas alternativas de tratamiento para los sofocos, las cuales pueden no solo aliviar sino eliminar por completo este molesto síntoma de la menopausia.
Tratamiento para los sofocos
Debido a su naturaleza impredecible, encontrar un adecuado tratamiento para los sofocos puede ser bastante difícil. Afortunadamente, con diligencia y paciencia, el alivio duradero de los sofocos de la menopausia está al alcance.
Afortunadamente, existen alternativas de tratamiento para los sofocos, las cuales pueden brindar alivio y facilitar el tránsito por esta etapa de la vida.
Tres enfoques de tratamiento para los sofocos
El tratamiento para los sofocos durante la menopausia considera tres enfoques: (1) Cambios en el estilo de vida, (2) Terapias alternativas y (3) Opciones farmacológicas, los cuales se pueden combinar, según sea necesario, dependiendo de cada caso individual.
En general, se recomienda comenzar con los enfoques más naturales, tales como ajustes de estilo de vida y suplementos herbales, optando por tratamientos invasivos solo si es estrictamente necesario y siempre bajo supervisión médica.
Cambios en el estilo de vida
Este primer nivel de tratamiento para los sofocos está virtualmente libre de riesgos, pero requiere mayor determinación y disciplina que los demás enfoques. Para la mayoría de mujeres, realizar sencillos cambios en la rutina diaria también puede contribuir a mejorar su salud y bienestar en general.
Dieta Nutritiva
Mantener una dieta saludable es una medida que no debe subestimarse en el tratamiento para los sofocos. Al preparar sus comidas, se recomienda elegir grasas saludables, carbohidratos de liberación lenta y proteínas magras que sean ricas en fitoestrógenos, los cuales actúan como el propio estrógeno del cuerpo para resolver el desequilibrio hormonal y reducir los sofocos. Los siguientes alimentos pueden constribuir al alivio de los sofocos y otros síntomas de la menopausia, además de mejorar la salud integral de las mujeres en esta etapa de la vida:
- Los fitoestrógenos actúan como el propio estrógeno del cuerpo para resolver el desequilibrio hormonal y reducir los sofocos.
- Frijoles de soya y productos derivados de la soya, semillas de linaza, lentejas, garbanzos, ñame, ajos.
- Vitamina E, que ayuda a mantener los vasos sanguíneos sanos y puede reducir significativamente la gravedad y frecuencia de los sofocos.1
- Camote, almendras, espinaca, semillas de girasol, brócoli
- Se ha descubierto que la vitamina C, un potente antioxidante, fortalece los vasos sanguíneos y ayuda a prevenir los sofocos.1
- Naranjas, bayas, kiwi, pimiento, brócoli, vegetales de hojas verde oscuro
- El agua ayuda a prevenir la deshidratación y ayuda a reducir la frecuencia de los sofocos. La recomendación general es tomar de seis a ocho vasos de agua al día.
En el tratamiento para los sofocos, evitar alimentos desencadenantes, como el alcohol, la cafeína o los alimentos picantes, es tan importante como consumir aquellos que los alivian.
Ejercicio regular
Aunque la idea de hacer ejercicio puede despertar rechazo en quienes han experimentado sofocos al menos una vez, diversos estudios han demostrado que las mujeres que se ejercitan regularmente reportan menos episodios de sofocos, los cuales se caracterizan por ser de menor gravedad y duración.2
- Cantidad. El objetivo es alcanzar 150 minutos de actividad de baja a moderada intensidad por semana. Esto puede llevarse a cabo dividiendo los entrenamientos en sesiones de 30 minutos, cinco veces por semana.
- Tipo. El entrenamiento debe comprender ejercicios aeróbicos, como andar en bicicleta, bailar o trotar, complementando con ejercicios de fortalecimiento muscular, con pesas ligeras o bandas de resistencia. Pilates y yoga también son excelentes opciones.
- Consejos útiles. Hacer ejercicio en espacios bien ventilados, con ventanas abiertas, ventiladores o aire acondicionado puede hacer que los entrenamientos sean más agradables. Salir a correr o caminar durante la temporada de frío también es un buen enfoque.
- Precauciones. Se aconseja a las mujeres de mediana edad que se mantengan alejadas de actividades físicas extremas, como el levantamiento de pesas o el entrenamiento de resistencia.
Hábitos saludables
Además de la dieta y el ejercicio, las mujeres pueden implementar varias prácticas saludables que podrían ayudarlas a mantener a raya los síntomas de sofocos de manera más efectiva:
- Reducir el estrés es un tratamiento natural para los sofocos. El estrés prolongado eleva los niveles de cortisol, lo que mantiene al cuerpo en "modo de lucha o huida" y aumenta la transpiración, la respiración y la frecuencia cardíaca, provocando sofocos.3
Métodos comunes para aliviar el estrés incluyen meditación, acupuntura, respiración profunda, aromaterapia o yoga.
Dejar de fumar, así como reducir el consumo de alcohol y cafeína, puede reducir enormemente la frecuencia de los sofocos. Se ha observado que las mujeres fumadoras tienen una marcada desproporción en sus niveles de estrógenos y andrógenos, lo que se relaciona con los sofocos más frecuentes.4
- Aprender estrategias de manejo y evitar desencadenantes también puede ser útil para reducir la ocurrencia de sofocos.
Las estrategias de manejo para los sofocos pueden incluir el uso de telas transpirables, evitar la ropa sintética, ajustar el termostato o aplicar compresas frías.
Terapias alternativas
Este enfoque abarca diversas opciones de tratamiento para los sofocos; sin embargo, muchas mujeres prefieren los suplementos herbales, que son más fáciles de seguir, requieren una menor inversión de tiempo y dinero, y son capaces de equilibrar los niveles hormonales.
Existen dos tipos principales de suplementos herbales que se usan comúnmente para equilibrar los niveles hormonales y aliviar el los síntomas de sofocos: fitoestrogénicos y reguladores de hormonas.
Suplementos fitoestrogénicos
Los suplementos de hierbas, tales como cohosh negro, ginseng y trébol rojo contienen compuestos vegetales similares al estrógeno humano, conocidos como fitoestrógenos. Si bien consumir este tipo de suplementos es una buena forma de equilibrar los niveles de estrógeno para aliviar los sofocos, su uso a largo plazo no se recomienda, ya que pueden afectar la capacidad del cuerpo para producir hormonas reproductivas de manera natural, y eventualmente causar una mayor disminución.
Suplementos reguladores de hormonas
Suplementos como Macafem no contienen ningún tipo de hormonas, pero nutren y estimulan las glándulas endocrinas, promoviendo óptimos niveles hormonales. En última instancia, esto conduce a un equilibrio en la producción de estrógeno y otras hormonas, lo que mejora significativamente los síntomas de sofocos. Estos suplementos se consideran seguros porque tienen poco o ningún efecto secundario y son completamente naturales.
Una combinación de estos dos enfoques (cambios en el estilo de vida y suplementos herbales) es a menudo la alternativa más efectiva de tratamiento para los sofocos. Sin embargo, en casos más severos una intervención médica puede ser necesaria, no sin antes evaluar los riesgos relacionados con este tipo de alternativa.
Opciones farmacológicas
Este último enfoque implica mayor riesgo y, con frecuencia, costos más altos. Se necesita una evaluación exhaustiva de los síntomas y una investigación sobre los posibles efectos secundarios para garantizar que no superen los beneficios y pongan en peligro la salud de la mujer.
Los medicamentos más comunes para tratar los sofocos durante la menopausia son los siguientes:
Terapia de reemplazo hormonal (TRH)
La TRH, que consiste en dosis de estrógenos, progesterona o una combinación de ambas hormonas, solía ser el tratamiento de preferencia para los sofocos durante la transición hacia la menopausia. Sin lugar a dudas, este tratamiento puede aliviar de manera rápida y efectiva los síntomas de sofocos. Sin embargo, se ha demostrado que conlleva efectos secundarios graves y aumenta ciertos riesgos para la salud, por lo cual su uso debe restringirse a casos en los cuales ninguna otra alternativa de tratamiento haya funcionado.
Otros medicamentos para los sofocos
Además de la TRH, otros fármacos recetados pueden servir como opciones de tratamiento para los sofocos, tales como:
- Los antidepresivos, o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), recetados en dosis bajas pueden aliviar los sofocos en mujeres que no quieren o no pueden someterse a la TRH.
- Los medicamentos para la presión arterial, ya sea en forma de píldora o como parche para la piel, pueden reducir la severidad de los sofocos en algunas mujeres.
- Los medicamentos anticonvulsivos pueden aliviar los sofocos y su versión nocturna, los sudores nocturnos.
Estos tres enfoques de tratamiento se pueden usar por separado o de manera simultánea, según sea necesario, dependiendo de la duración y la gravedad de los síntomas. Cada vez más mujeres descubren que combinar cambios en el estilo de vida con el uso de suplementos herbales es la manera más efectiva de aliviar los sofocos durante la menopausia.
Fuentes
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Notas a pie de página
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