Lagunas mentales

Definición

La memoria se define como la capacidad de recordar datos, eventos, impresiones o experiencias previas. Las lagunas mentales son períodos fugaces durante lo cuales se pierde la habilidad de retener o recuperar información.

Las mujeres que sufren de lapsos de memoria generalmente experimentan confusión al intentar recordar dónde dejaron sus lentes de lectura, por ejemplo. Nombres, fechas y direcciones también pueden eludir a una mujer que experimenta pérdida de memoria durante la menopausia, especialmente cuando acaba de recibir información.

Tipos de memoria

La memoria a menudo se simplifica en dos categorías: memoria a corto y largo plazo. Sin embargo, esta compleja función cognitiva comprende varios tipos. Los diferentes tipos de memoria que se muestran a continuación le darán una mejor idea de sus funciones.

Síntomas de lagunas mentales

El síntoma principal de la pérdida de memoria es la incapacidad de recordar información a voluntad, pero también existen síntomas secundarios, tales como:

• Dificultad para concentrarse
  
• Olvidar un evento reciente y recordarlo más tarde
  
• Pensamiento "difuso"
  

Una vez que una mujer reconoce tener lagunas mentales, puede resultarle extremadamente útil aprender cómo y por qué suceden.

Muchos factores pueden estar detrás de las lagunas mentales o pérdida de memoria en las mujeres durante su transición hacia la menopausia.

Causas hormonales

Como muchos otros síntomas de la menopausia, las lagunas mentales suelen ser causadas, en gran medida, por un desequilibrio hormonal. La pérdida de memoria  también puede ser el resultado de una combinación de otros síntomas de esta etapa que afectan las funciones cognitivas en las mujeres.

Los problemas de memoria son una ocurrencia común entre las mujeres a lo largo de la perimenopausia. A medida que se acerca la menopausia, disminuyen los niveles de ciertas hormonas en el cuerpo. Estos niveles decrecientes, particularmente de estrógeno, afectan de diversas maneras el cuerpo y el cerebro de una mujer.

En el caso de las lagunas mentales, el estrógeno juega un papel clave, dada su gran influencia en las funciones cerebrales. Esta hormona reproductiva influye en las habilidades lingüísticas, el estado de ánimo, la atención y otras funciones, incluyendo la memoria. El estrógeno está directamente relacionado con la fluidez verbal, así como con la capacidad para recordar nombres y palabras. No es de extrañar, entonces, que a medida que los niveles de estrógeno comienzan a disminuir las mujeres tiendan a experimentar lagunas mentales con mayor frecuencia.

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Factores de riesgo

Aunque las fluctuaciones hormonales son una de las más comunes causas de lagunas mentales durante la transición hacia la menopausia, otros factores de riesgo que también pueden desencadenar este síntoma incluyen:

• Cantidades excesivas de alcohol
• Algunos medicamentos, tales como pastillas para dormir, antidepresivos, analgésicos y tranquilizantes, así como medicamentos para la presión arterial y el corazón
• Deficiencias nutricionales
• Dieta poco saludable
• Falta de sueño
• Excesiva carga de trabajo

Cuándo ver a un doctor

Si una mujer experimenta graves episodios de lagunas mentales, durante los cuales le resulta difícil recordar información que conoce desde hace años y utiliza habitualmente, debe consultar a un médico para que descarte la presencia de los siguientes trastornos asociados con la pérdida de memoria:

• Enfermedad de Alzheimer
• Infecciones del cerebro, como encefalitis o meningitis
• Trauma cerebral
• Accidente cerebrovascular
• Demencia por infarto múltiple
• Cáncer
• Trastorno de déficit de atención (TDA)

Afortunadamente, existen soluciones para las mujeres que experimentan ocasionales pérdidas de memoria durante su transición hacia la menopausia. Siga leyendo para conocer las alternativas de tratamiento para las lagunas mentales.

Las lagunas mentales no suelen ser una condición con la que una mujer deba vivir de forma permanente; afortunadamente existen diversos tratamientos disponibles. Se recomienda comenzar con las opciones menos invasivas y progresar a tratamientos farmacológicos solo en caso de que los problemas de memoria sean graves y persistentes.

Cambios en el estilo de vida

Es posible aliviar los síntomas de deterioro cognitivo, incluyendo las lagunas mentales, realizando sencillos cambios en la rutina diaria, tales como ajustes en la alimentación y programas de ejercicio. Una dieta equilibrada que incluya nutrientes esenciales, entre ellos ácidos grasos omega-3, puede mejorar de manera efectiva la concentración y la memoria.

Además, consumir diariamente una amplia variedad de frutas y verduras frescas es importante para obtener antioxidantes que mejoran la memoria, al igual que vitaminas B, C, D y E, todas las cuales son importantes para una óptima función cognitiva. Se ha demostrado que la actividad física y los juegos de ingenio, como los crucigramas y el Sudoku, además de un saludable patrón de sueño, son factores que contribuyen a mejorar la memoria.

Terapias alternativas

Debido a que la causa principal de los problemas de memoria durante la menopausia es la disminución en los niveles de estrógeno, la mejor manera de controlar este síntoma suele ser abordar directamente el desequilibrio hormonal. En este sentido, los suplementos herbales se consideran como una opción de tratamiento segura y eficaz.

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Opciones farmacológicas

En caso de que la combinación recomendada de cambios en el estilo de vida y remedios naturales no sea lo suficientemente eficaz como para reducir los síntomas de las lagunas mentales, puede ser necesario considerar el uso de diversos fármacos, teniendo en cuenta que conllevan un mayor riesgo de efectos secundarios. En caso de grave deterioro cognitivo, las mujeres deben buscar consejo médico especializado, a fin de comprender mejor los posibles beneficios y riesgos que involucran este tipo de tratamientos.

En el siguiente enlace podrá obtener en detalle las diferentes opciones de tratamiento para las lagunas mentales, los cuales comprenden cambios en el estilo de vida, pasando luego a terapias alternativas y, finalmente, en caso de que dichas opciones no dieran los resultados esperados, medicamentos recetados.