Tensión muscular

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Por el Equipo Editorial de Menopause Now | Actualizado: 26 noviembre, 2020

Damas

Muchas mujeres notan que, a medida que se acercan a la menopausia, empiezan a experimentar tensión muscular. Si bien se trata de un síntoma natural del envejecimiento, existen tratamientos que pueden ayudar a aliviar las causas de tensión muscular relacionadas con la menopausia.

Las fluctuaciones hormonales propias de la menopausia suelen presentarse en las mujeres entre los 45 y 55 años de edad, y son generalmente responsables de la tensión o estrés muscular durante esta etapa de transición. Continúe leyendo para conocer todo sobre la tensión muscular, sus causas, síntomas y opciones de tratamiento.

Ques es la tensión muscular

Acerca de la tensión muscular

La tensión muscular consiste en una sensación de rigidez o dolor de intensidad variable en distintas partes del cuerpo, una condición que puede volverse crónica sino se trata adecuadamente y a tiempo.  Es posible experimentar tirantez, dolor o calambres en cualquier punto del tejido muscular, todos síntomas estrechamente relacionados con el estrés y la ansiedad. A continuación se enumeran los más frecuentes síntomas de tensión muscular:

Síntomas de tensión muscular

  • Rigidez o calambres
  • Sensibilidad
  • Dolor o ardor
  • Movilidad limitada
  • Fatiga
Síntomas de tensión muscular

Causas de tensión muscular

Como se mencionó anteriormente, el desequilibrio hormonal es una de las principales causas de tensión muscular en mujeres que se encuentran en la perimenopausia, que es la etapa previa a la menopausia. Durante este período de transición, los niveles hormonales, principalmente de estrógeno y progesterona, comienzan a fluctuar a medida que el cuerpo se prepara para dejar de menstruar por completo.

Causas de la tensión muscular

Otras causas de tensión muscular

Aunque el desequilibrio hormonal es la principal causa subyacente de la tensión muscular durante la perimenopausia, también puede ser causada por otros factores, tales como:

  • Estrés
  • Ansiedad
  • Lesiones antiguas
  • Inactividad
  • Mala postura

El estrógeno y la progesterona son dos hormonas que afectan de manera importante la función muscular. El estrógeno ayuda a regular la producción de cortisol, que también se conoce como la "hormona del estrés". Cuando los niveles de estrógeno son demasiado bajos, los de cortisol se incrementan, lo que se refleja en una subida de la presión arterial y el azúcar en la sangre. Niveles excesivamente altos de cortisol causan tensión y fatigan en los tejidos musculares.

Por otro lado, cuando los niveles de progesterona comienzan a disminuir durante la perimenopausia también contribuyen a la rigidez de los músculos.  Afortunadamente, existen diversas opciones de tratamiento para la tensión muscular que pueden aliviar de manera efectiva éste y otros síntomas de la menopausia.

4 causas de tensión muscular de espalda en la menopausia 4 causas de tensión muscular de espalda en la menopausia

Tratamiento para la tensión muscular

Es frecuente que el dolor, la fatiga, la rigidez y el estrés afecten los músculos durante la transición hacia la menopausia. Una colección de hormonas (estrógeno, progesterona, testosterona y cortisol) trabaja para regular diferentes aspectos del funcionamiento de los tejidos musculares, incluyendo el volumen la masa muscular, la fuerza, la contracción, la calidad de la fibra y el nivel de inflamación. Como consecuencia, los desequilibrios hormonales que caracterizan a la perimenopausia provocan, frecuentemente, problemas musculares. Sin embargo, otros síntomas de la menopausia, también causados por un desbalance endocrino, pueden contribuir a la aparición de tensión muscular o agravar esta condición.

Tres enfoques de tratamiento para la tensión muscular

El tratamiento para la tensión muscular durante la menopausia considera tres enfoques: (1) Cambios en el estilo de vida, (2) Terapias alternativas y (3) Opciones farmacológicas, los cuales se pueden combinar, según sea necesario, dependiendo de cada caso individual.

Se alienta a las mujeres a comenzar con la forma menos riesgosa de tratamiento, los cambios en el estilo de vida, antes de avanzar hacia enfoques posteriores. Los medicamentos deben considerarse solo en casos severos, cuando se hayan agotado todas las demás opciones.

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Cambios en el estilo de vida

Aunque este primer nivel de tratamiento está virtualmente libre de riesgos, requiere de autodisciplina. En muchos casos, pequeños ajustes de estilo de vida pueden contribuir considerablemente al alivio del dolor y la tensión muscular, además de conducir a una mejor salud y bienestar en general.

El primer paso para calmar los síntomas de tensión muscular es llevar una dieta equilibrada, que incluya alimentos beneficiosos para al sistema musculoesquelético. Las proteínas, el potasio, la vitamina E y el magnesio son esenciales para un óptimo desarrollo y funcionamiento muscular. Tanto la vitamina D como los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a reducir la inflamación. Además, los alimentos que contienen fitoestrógenos, como la soya, la linaza y los garbanzos, pueden aumentar los niveles de estrógeno. Las nueces, los productos lácteos y el tofu también son una buena combinación para obtener muchos de estos nutrientes.

Alimentos ricos en omega-3

  • Atún y otros pescados
  • Nueces y semillas
  • Ostras
  • Linaza

Aunque parezca un tarea difícil de llevar a cabo, el ejercicio regular es una excelente manera de fortalecer los músculos y aliviar el dolor. Realizar ejercicios de estiramiento de forma previa a la actividad física puede ayudar a elongar los músculos, así como a reducir o eliminar el dolor post-entrenamiento. Ejercicios de bajo impacto, tales como Pilates y yoga, pueden beneficiar la musculatura sin ejercer excesiva tensión sobre ella. Además, el ejercicio puede ayudar a reducir los dolores musculares por estres y ansiedad. Se pueden hacer ciertos ejercicios y estiramientos directamente enfocados en los diferentes grupos musculares para aliviar la tensión.

Finalmente, mantener hábitos saludables es un componente esencial en el tratamiento para la tensión muscular. Diversos estudios han demostrado que fumar y beber alcohol puede agravar el desequilibrio hormonal, y dado que hay tantas hormonas involucradas en el funcionamiento muscular, el abuso de estas sustancias resulta perjudicial. Para reducir la producción de cortisol y la tensión muscular, es importante controlar el estrés de manera efectiva y dormir durante al menos siete horas por noche, lo cual permite que los músculos tengan tiempo para repararse.

Si bien la adopción de un estilo de vida más saludable suele ser una forma efectiva de controlar la tensión muscular, los cambios pueden ser difíciles de implementar y mantener. Además, no todos estos ajusten en la rutina diaria afectan directamente los niveles hormonales. Sin embargo, ciertas terapias alternativas pueden tratar de manera directa las causas de tensión muscular durante la menopausia.

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Terapias alternativas

Existen diversas técnicas que forman parte de este enfoque, tales como masajes terapéuticos, suplementos herbales y compresas tibias. Los suplementos de hierbas suelen ser el tratamiento alternativo más utilizado, ya que requieren de una menor inversión de tiempo y dinero, resultan más fáciles de adoptar y mantener como parte de la rutina diaria, y son capaces de abordar el desequilibrio hormonal.

Existen dos tipos principales de suplementos herbales que se usan comúnmente para equilibrar los niveles hormonales y aliviar los síntomas de tensión muscular: fitoestrogénicos y reguladores de hormonas.

Suplementos fitoestrogénicos

Los suplementos de hierbas, tales como cohosh negro y soya, contienen compuestos vegetales similares al estrógeno humano, conocidos como fitoestrógenos. Si bien consumir este tipo de suplementos es una buena forma de equilibrar los niveles de estrógeno para aliviar la tensión muscular, su uso a largo plazo no se recomienda, ya que pueden afectar la capacidad del cuerpo para producir hormonas reproductivas de manera natural y, eventualmente, causar una mayor disminución.

Suplementos reguladores de hormonas

Suplementos como Macafem no contienen ningún tipo de hormonas, pero nutren y estimulan las glándulas endocrinas, promoviendo óptimos niveles hormonales. En última instancia, esto conduce a un equilibrio en la producción de estrógeno y otras hormonas, lo que mejora significativamente los síntomas de tensión muscular. Estos suplementos se consideran seguros y efectivos porque prácticamente carecen de efectos secundarios y son completamente naturales.

Una combinación de enfoques (ajustes en el estilo de vida y suplementos naturales) suele ser una forma efectiva de tratamiento para la tensión muscular y el desequilibrio hormonal. Sin embargo, en casos más severos una intervención médica puede ser necesaria, no sin antes evaluar los riesgos relacionados con este tipo de alternativa.

Tratamiento para la tensión muscular
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Opciones farmacológicas

Este último enfoque de tratamiento para la tensión muscular implica mayor riesgo y, con frecuencia, costos más altos. Se necesita una evaluación exhaustiva de los síntomas y una investigación sobre los posibles efectos secundarios para garantizar que no superen los beneficios y pongan en peligro la salud de la mujer.

En los EE. UU., el medicamento más recetado para tratar la tensión muscular, así como otros síntomas de desequilibrio hormonal durante la transición hacia la menopausia, es la terapia de reemplazo hormonal (TRH). Si bien ésta se ha considerado por muchos años como una alternativa de tratamiento rápida y efectiva, importantes estudios han puesto en evidencia el riesgo que representa para el desarrollo de diversas enfermedades.

En 2019, investigadores de la Universidad de Oxford publicaron los resultados de un análisis exhaustivo de datos mundiales sobre el vínculo de la TRH con el cáncer de mama. Confirmaron los hallazgos de 2002 de Women's Health Initiative, el ensayo clínico más grande sobre TRH, que se publicaron en JAMA y mostraron que la TRH aumenta el riesgo de cáncer de mama y de ovario, así como de coágulos sanguíneos y accidentes cerebrovasculares. Los resultados, publicados en The Lancet, también mostraron que estos riesgos pueden persistir durante más de una década después de dar por terminada la TRH.1,2

Como parte del tratamiento para la tensión muscular, los médicos también pueden incluir el uso de analgésicos, como el ibuprofeno o el paracetamol, para tratar los síntomas de tensión muscular, tales como los calambres, el dolor y la rigidez. Sin embargo, estos medicamentos, además de ser paliativos que solo controlan los síntomas, más no las principales causas de tensión muscular, podrían presentar el riesgo de efectos secundarios a largo plazo. Si la tensión muscular constante se debe a una condición médica subyacente y no tiene relación con un desequilibrio hormonal, dicha enfermedad debe tratarse. Por ello, es fundamental acudir a un médico para obtener un diagnóstico y prescripción adecuados.

En el tratamiento para la tensión muscular durante la perimenopausia, una combinación de enfoques ha probado ser la estrategia más efectiva. Un número cada vez mayor de mujeres está descubriendo que realizar cambios saludables en su estilo de vida, junto con el uso de suplementos herbales y otras terapias alternativas, proporciona un alivio efectivo de éste y otros síntomas de la menopausia.