Si bien los sudores nocturnos pueden ser incómodos y perjudiciales, generalmente no indican una afección subyacente más grave. De hecho, los sudores nocturnos, conocidos médicamente como diaforesis nocturna, son uno de los síntomas más comunes de la menopausia, y hasta un 75% de mujeres los experimentan en algún momento durante la menopausia.
A medida que una mujer se acerca al final de sus años reproductivos, surgen muchas preguntas sobre los síntomas que puede experimentar durante la perimenopausia y la menopausia, incluyendo los sudores nocturnos. Identificar las causas y características de este síntoma, al igual que aprender cómo aliviar los sudores nocturnos, puede ayudar a las mujeres a sobrellevar este período de transición.
Acerca de la sudoración nocturna
Los sudores nocturnos, médicamente conocidos como diaforesis nocturna, son similares a los sofocos que afectan a las mujeres durante el día, con la diferencia de que ocurren por las noches y van acompañados de transpiración, que puede ser leve o profusa.
A menudo, la intensidad de los sudores nocturnos pueden interrumpir el sueño de una mujer, lo que impide un apropiado descanso y puede afectar muchos aspectos de su vida diaria. Los principales síntomas de sudoración nocturna incluyen sensación repentina e intensa de calor, latidos cardíacos irregulares, náuseas, escalofríos y dolores de cabeza.
Los sudores nocturnos en mujeres mayores pueden ser de leves a severos, además de variar en duración durante sus horas habituales de sueño.
¿A quiénes afectan los sudores nocturnos?
Sudores nocturnos y sueño
Los síntomas de los sudores nocturnos pueden alterar drásticamente los patrones de sueño, dificultando el descanso por las noches, y generalmente incluyen:
- Problemas para dormir
- Dificultad para concentrarse
- Fatiga
- Irritabilidad
- Elevados niveles de estrés
Muchas mujeres de entre 40 y 50 años desarrollan sudores nocturnos, los cuales comienzan, a menudo, antes del cese del ciclo menstrual. Un estudio encontró que aproximadamente el 19% de mujeres entre 40 y 55 años, que todavía tienen períodos regulares, experimentan sudores nocturnos. La mayoría comienzan a desarrollar síntomas de dos a diez años antes de la menopausia, durante un período de transición conocido como perimenopausia.
Diversos elementos contribuyen a definir las características e intensidad de éste y otros síntomas de la menopausia. La edad y la raza, entre otros factores, pueden influir en la probabilidad de que una mujer desarrolle sudores nocturnos durante esta etapa de la vida.
Edad
La edad suele influenciar la forma en que una mujer experimenta los sudores nocturnos. Un amplio estudio encontró que las mujeres más jóvenes tienen muchas más probabilidades de experimentar sudores nocturnos, en tanto que otro encontró que solo el 10% de mujeres mayores de 64 años experimentan este síntoma.
Raza
La ciencia indica que la prevalencia de los sudores nocturnos varía según la raza. Un estudio encontró que tres de cada cuatro mujeres caucásicas experimentan sudores nocturnos. Otro descubrió que las afroamericanas tienen más probabilidades de padecer de diaforesis nocturna que las caucásicas o hispanas, mientras que las mujeres asiáticas fueron menos propensas a reportar este síntoma.
Causas de los sudores nocturnos
Muchas mujeres que experimentan sudores nocturnos quieren conocer la razón detrás de sus síntomas. Si bien se desconoce su origen exacto, las fluctuaciones hormonales se consideran una de las principales causas de los sudores nocturnos, así como de la mayoría de síntomas de la menopausia.
Causas hormonales
Durante la menopausia, la producción estrógeno disminuye drásticamente; este cambio afecta el funcionamiento del hipotálamo, que es la parte del cerebro responsable de regular la temperatura corporal. Como resultado, el hipotálamo recibe señales confusas, lo que provoca una serie de reacciones fisiológicas, tales como sofocos o sudores nocturnos.
Además de estas causas hormonales de sudoración nocturna, que son las más frecuentes, existen otras afecciones médicas también pueden causar este síntoma.
Otras causas de sudoración nocturna en mujeres
Si bien la causa más común de sudores nocturnos en mujeres mayores es el desequilibrio hormonal, la diaforesis nocturna también puede tener su origen en ciertas condiciones médicas, tales como diabetes, ansiedad, afecciones neurológicas, apnea del sueño, cáncer y trastornos de la tiroides.
Desencadenantes de sudores nocturnos
Ciertos factores pueden aumentar la duración y la gravedad de los episodios de sudores nocturnos. Evitar estos desencadenantes puede ayudar a aliviar tanto los sofocos diurnos y como la diaforesis nocturna.
Desencadenantes ambientales
- Exceso de ropa de cama
- Dormir muy cerca de la pareja
- Habitaciones calientes
- Clima cálido
- Saunas, baños de tina, duchas calientes
Desencadenantes emocionales
- Estrés
- Ansiedad
- Sueños perturbadores
Hábitos poco saludables
- Alimentos picantes o muy calientes
- Exceso de alcohol o cafeína
- Píldoras de dieta
- Consumo de drogas
Tratamiento para los sudores nocturnos
Todo tratamiento para los sudores nocturnos requiere de mucha paciencia y determinación, ya que la duración y gravedad de los síntomas puede variar mucho, lo cual influye en el tiempo que toma controlarlos. Afortunadamente, existen alternativas de tratamiento para los sudores nocturnos, las cuales pueden brindar alivio y facilitar el tránsito por esta etapa de la vida.
Tres enfoques de tratamiento para la sudoración nocturna
El tratamiento para los sudores nocturnos durante la menopausia considera tres enfoques: (1) Cambios en el estilo de vida, (2) Terapias alternativas y (3) Opciones farmacológicas, los cuales se pueden combinar, según sea necesario, dependiendo de cada caso individual.
En general, se recomienda comenzar con los enfoques más naturales, tales como ajustes de estilo de vida y suplementos herbales, optando por tratamientos invasivos solo si es estrictamente necesario y siempre bajo supervisión médica.
Cambios en el estilo de vida
Este primer nivel de tratamiento para la sudoración nocturna está virtualmente libre de riesgos, pero requiere mayor determinación y disciplina que los demás enfoques. Para la mayoría de mujeres, realizar sencillos cambios en la rutina diaria también puede contribuir a mejorar su salud y bienestar en general.
Dieta Nutritiva
Durante la perimenopausia, la etapa de transición hacia la menopausia, mantener una dieta balanceada es esencial en el tratamiento para los sudores nocturnos. Las comidas diarias deben contener una combinación de grasas saludables, carbohidratos complejos y proteínas magras, ademas de abundante consumo de los siguientes nutrientes:
- Fitoestrógenos: ayudan a equilibrar los niveles de estrógeno al imitar la acción de esta hormona, aliviando así los sudores nocturnos.
Soya (temphe, miso, tofu), frijoles, maní, brócoli, naranjas
- Vitamina E: protege los vasos sanguíneos sanos para aliviar sítomas vasomotores, tales como la sudoración nocturna.1
Palta, avellanas, mango, aceite de germen de trigo, bacalao, trucha, salmón
- Vitamina B12: se ha descubierto que la deficiencia de vitamina B12 empeora la sudoración nocturna, aunque no se entiende el mecanismo exacto.2
Mariscos, yogurt, huevos, carnes magras, legumbres, soya, sardinas
- Agua: el agua que se pierde por la transpiración excesiva debido a los sudores nocturnos se debe reponer para evitar la agravación de los episodios. El objetivo es beber de seis a ocho vasos de agua al día.
En el tratamiento para los sudores nocturnos, evitar alimentos desencadenantes, como los alimentos muy calientes o picantes, es tan importante, ya que éstos pueden hacer que los episodios de diaforesis nocturna sean más frecuentes.
Ejercicio regular
La investigación ha demostrado que mantenerse físicamente activo es clave para mantener controladas las hormonas reproductivas y tiroideas, mantener un peso normal y mejorar la regulación de la temperatura en el cuerpo, todo lo cual ayuda a aliviar los sudores nocturnos y los sofocos.3
Cantidad. El objetivo es alcanzar 150 minutos de actividad de baja a moderada intensidad por semana. Esto puede llevarse a cabo dividiendo los entrenamientos en sesiones de 30 minutos, cinco veces por semana.
Tipo. El entrenamiento debe comprender ejercicios aeróbicos, como andar en bicicleta, bailar o trotar, complementando con ejercicios de fortalecimiento muscular, como Pilates y yoga.
Consejos útiles. Se recomienda realizar la rutina de ejercicios durante las primeras horas de la mañana para que el cuerpo tenga la oportunidad de enfriarse adecuadamente.
Precauciones. Deben evitarse los ejercicios extremos o con alto riesgo de lesiones; para las mujeres que hacen ejercicio por primera vez, es mejor comenzar lentamente, con 10-15 minutos por día para evitar una interrupción repentina del metabolismo corporal.
Hábitos saludables
Además de llevar una dieta saludable y mantenerse físicamente activas, las mujeres pueden implementar diversas prácticas saludables que podrían ayudarlas a reducir la frecuencia e intensidad de los sudores nocturnos:
Crear un ambiente fresco en el dormitorio antes de acostarse puede reducir los episodios de sudores nocturnos.
Tomar una ducha fría justo antes de acostarse también puede reducir la temperatura del cuerpo y evitar la excesiva sudoración.
Usar ropa de dormir suelta y transpirable, así como sábanas que absorban la humedad, hechas con tela de bambú o microfibra, puede garantizar un sueño cómodo y sin síntomas.
Evitar el tabaco y al alcohol, que se encuentran entre los principales desencadenantes de sudores nocturnos. También se debe evitar tomar bebidas con cafeína o azucaradas por la noche.
Reducir el estrés a través de la meditación o la respiración profunda puede promover el equilibrio hormonal y prevenir problemas de sueño, lo que reduce la frecuencia de los sudores nocturnos y hace que el sueño sea más reparador.
Terapias alternativas
Virtualmente libre de riesgos, la medicina alternativa puede abordar directamente la causa raíz de los síntomas de la menopausia, el desequilibrio hormonal, por lo que es una forma extremadamente segura y efectiva de aliviar los sudores nocturnos, especialmente cuando se combina con cambios positivos en el estilo de vida.
Existen dos tipos principales de suplementos herbales que se usan comúnmente para equilibrar los niveles hormonales y aliviar los síntomas de sudoración nocturna: fitoestrogénicos y reguladores de hormonas.
Suplementos fitoestrogénicos
Los suplementos de hierbas, tales como cohosh negro, trébol rojo y dong quai, contienen compuestos vegetales similares al estrógeno humano, conocidos como fitoestrógenos. Si bien consumir este tipo de suplementos es una buena forma de equilibrar los niveles de estrógeno para aliviar los sudores nocturnos, su uso a largo plazo no se recomienda, ya que pueden afectar la capacidad del cuerpo para producir hormonas reproductivas de manera natural, y eventualmente causar una mayor disminución.
Suplementos reguladores de hormonas
Suplementos como Macafem no contienen ningún tipo de hormonas, pero nutren y estimulan las glándulas endocrinas, promoviendo óptimos niveles hormonales. En última instancia, esto conduce a un equilibrio en la producción de estrógeno y otras hormonas, lo que mejora significativamente los síntomas de sudoración nocturna. Estos suplementos se consideran seguros y efectivos porque prácticamente carecen de secundarios y son completamente naturales.
Una combinación de estos dos enfoques (cambios en el estilo de vida y suplementos herbales) es a menudo la alternativa más efectiva de tratamiento para los sudores nocturnos . Sin embargo, en casos más severos una intervención médica puede ser necesaria, no sin antes evaluar los riesgos relacionados con este tipo de alternativa.
Opciones farmacológicas
Este último enfoque de tratamiento para los sudores nocturnos implica mayor riesgo y, con frecuencia, costos más altos. Se necesita una evaluación exhaustiva de los síntomas y una investigación sobre los posibles efectos secundarios para garantizar que no superen los beneficios y pongan en peligro la salud de la mujer.
Los medicamentos más comunes para tratar la diaforesis nocturna, o exceso de sudoración por las noches durante la menopausia son los siguientes:
Terapia de reemplazo hormonal (TRH)
La TRH, que consiste en dosis de estrógenos, progesterona o una combinación de ambas hormonas, solía ser el tratamiento de preferencia para los sudores nocturnos. Sin lugar a dudas, este tratamiento puede aliviar de manera rápida y efectiva los síntomas de sofocos. Sin embargo, se ha demostrado que conlleva efectos secundarios graves y aumenta ciertos riesgos para la salud, por lo cual su uso debe restringirse a casos en los cuales ninguna otra alternativa de tratamiento haya funcionado.
Otros medicamentos para los sudores nocturnos
Dependiendo de la gravedad de los sudores nocturnos y los síntomas que los acompañan durante la perimenopausia, pueden recetarse medicamentos que normalmente se usan para tratar otras afecciones, ya que se ha descubierto que también son efectivos para reducir el exceso de sudoración nocturna:
- Medicamentos anticonvulsivos
- Dosis bajas de antidepresivos
- Medicamentos para regular la presión arterial
Todos los tratamientos mencionados para controlar los sudores nocturnos en mujeres mayores, que se encuentran transitando hacia la menopausia, pueden implementarse gradualmente, comenzando por el menos invasivo y optando por alternativas farmacológicas solo si es estrictamente necesario. Curiosamente, un número cada vez mayor de mujeres están descubriendo la efectividad de combinar cambios saludables en el estilo de vida con suplementos herbales para aliviar los sudores nocturnos.
Fuentes
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- Ionomat. (2018).Tipos de Sudoración (página). Consultado el día 12 de Enero del 2017 de la página web https://www.ionomat.com/es/content/7-los-tipos-de-sudoracion
- National Health Service. Hyperhidrosis (página). Consultado el día 12 de Enero del 2017 de la página web http://www.nhs.uk/Conditions/Hyperhidrosis/
- Nieto González Claudia Patricia. (2010). La sudoración en los jóvenes (página). Consultado el día 12 de Enero del 2017 de la página web http://bienestarcolombia.com/bienestar+imagen/sudoracion+jovenes.php
- Pinheiro Pedro. (2018). Como aliviar los sofocos en la menopausia (página). Consultado el día 12 de Enero del 2017 de la página web https://www.mdsaude.com/es/2016/01/sofoco-menopausia.html
- Rodelgo Tomas. (2018). Sudoración y sofocos en la menopausia (página). Consultado el día 12 de Enero del 2017 de la página we https://www.onmeda.es/sudoracion/sudoracion-y-menopausia.html
Notas a pie de página
- Journal of Mid-Life Health. (2013). The role of oxidative stress in menopause. Retrieved January 30, 2020 from https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3952404/
- Scottish Medical Journal. (2014). Vitamin B12 deficiency causing night sweats. Retrieved January 30, 2020 from https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0036933014554875
- Menopause. (2010). Exercise training reduces the frequency of menopausal hot flushes by improving thermoregulatory control. Retrieved January 30, 2020 from https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27163520
- JAMA. (2002). Risks and benefits of estrogen plus progestin in healthy postmenopausal women: principal results from the Women's Health Initiative randomized controlled trial. Retrieved January 30, 2020 from https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12117397
- The Lancet. (2019). Type and timing of menopausal hormone therapy and breast cancer risk: individual participant meta-analysis of the worldwide epidemiological evidence. Retrieved January 30, 2020 from https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(19)31709-X/fulltext