Menopausia: Preguntas y respuestas

Durante su transición a la menopausia, las mujeres experimentan diversos síntomas desconocidos que pueden causarles miedo y confusión. Esto suele generar  muchas dudas y preguntas sobre la menopausia, para las cuales puede resultar difícil obtener respuestas claras. Tener un buen conocimiento de los conceptos básicos sobre la menopausia puede ayudar a las mujeres a comprender mejor los cambios que están experimentando y a estar en sintonía con sus cuerpos.

Siga leyendo para descubrir las respuestas a preguntas comunes sobre la menopausia que la ayudarán a comprender mejor esta fase crucial de su vida.

La menopausia es una fase natural en la vida reproductiva femenina, que ocurre cuando cesa la producción de hormonas ováricas. Como resultado, una mujer deja de tener períodos menstruales y su capacidad para tener hijos llega a su fin. Cuando una mujer ha dejado de menstruar por un período de 12 meses consecutivos, se considera que ha iniciado la etapa de la menopausia.

La pre, peri y postmenopausia constituyen todas las etapas reproductivas en la vida de una mujer.

• La premenopausia comienza en la pubertad y dura, aproximadamente, hasta los 40 años de edad de la mujer, que es cuando comienza la transición a la menopausia, o perimenopausia. Estos son los años de mejor fertilidad.
• La perimenopausia ocurre cuando los ovarios de una mujer empiezan a reducir rápidamente su producción de hormonas, causando una variedad de síntomas de la menopausia. Esta etapa durará hasta que el periodo menstrual desaparezca por 12 meses consecutivos.
• La postmenopausia es la etapa que comienza un año después del último período menstrual de la mujer.

La menopausia puede ocurrir en cualquier momento entre las edades de 45 a 55 años, con una edad promedio de 51 años. Sin embargo, antes de que la mujer alcance esta etapa, debe pasar por una anterior, la perimenopausia, que puede durar de 2 a 10 años. Existe amplia evidencia de que la edad de la menopausia estaría fuertemente influenciada por la genética, ya que las mujeres generalmente llegan a esta etapa a una edad similar a la de sus madres.

La menopausia que ocurre entre los 40 y los 45 años de edad se conoce como menopausia temprana; mientras que si se presenta antes de los 40 se llama menopausia precoz o prematura. Tanto la menopausia temprana como la precoz pueden aparecer naturalmente debido a una insuficiencia ovárica primaria o pueden inducirse a través de la radiación o la quimioterapia.

El desequilibrio hormonal es la causa subyacente de la menopausia natural. A medida que la mujer envejece, sus ovarios agotan su suministro de óvulos, que hasta ahora han sido los principales productores de estrógeno y progesterona. Cuando no hay más óvulos para liberar, los niveles de hormonas reproductivas disminuyen drásticamente, dejando a la mujer en un estado de desequilibrio.

Las fluctuaciones hormonales drásticas durante la etapa de transición hacia la menopausia pueden causar una gran variedad de síntomas físicos y psicológicos. A menudo, las mujeres que inician la perimenopausia notan por primera vez períodos irregulares. Otros síntomas comunes son sofocos, sudoración nocturna, cambios de humor y sequedad vaginal, mientras que los menos frecuentes incluyen sensación de electricidad, síndrome de boca ardiente y hormigueo en manos y pies. Los síntomas tienden a disminuir en la posmenopausia, aunque algunos pueden persistir.

Aunque los síntomas suelen ser suficientes para confirmar que una mujer está pasando por la etapa de transición a la menopausia, existen diversas pruebas que pueden ayudar en el diagnóstico. Generalmente, consisten en análisis de sangre que proporcionan signos medibles indicativos de menopausia, como niveles bajos de estrógeno o altos niveles de hormona estimulante del folículo (FSH). Un aumento en el pH vaginal, que lo hace más alcalino, es otro signo utilizado para diagnosticar el inicio de la menopausia.

Un estilo de vida saludable puede ser útil para reducir la gravedad de los síntomas de la menopausia, especialmente cuando se combina con alternativas naturales. Las mujeres que atraviesan esta etapa generalmente se benefician de una dieta balanceada, rica en fitoestrógenos y nutrientes esenciales, así como del ejercicio físico regular, que ayuda a controlar el peso y promueve el equilibrio hormonal. También es recomendable mantener hábitos saludables, como practicar técnicas de reducción del estrés (yoga, tai chi, meditación, etc.), dejar las adicciones (como el tabaco y el alcohol) y mantener una red de apoyo emocional, conformada por familiares y amigos.

Una dieta nutritiva y bien balanceada puede reducir eficazmente muchos de los síntomas de la menopausia al mejorar el equilibrio hormonal, resolver las deficiencias nutricionales y prevenir el aumento de peso. También puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas y la pérdida de masa ósea, ambos problemas de salud cuya tasa de prevalencia se incrementa durante la menopausia. Las mujeres deben aumentar su consumo de alimentos ricos en fitoestrógenos, fibra y proteína, así como en nutrientes esenciales, tales como el calcio, la vitamina D, los ácidos grasos (omega-3 y 6) y el hierro. Las mejores  opciones incluyen soya, linaza, frijoles, sardinas, y una colorida selección de frutas y verduras. Beber mucha agua y comer porciones pequeñas, aunque con mayor frecuencia, también son consejos útiles para complementar la dieta durante la menopausia.

Los síntomas de la menopausia pueden aliviarse eficazmente con remedios naturales. Algunos de las mejores opciones incluyen suplementos de hierbas fitoestrógenicas, como el trébol rojo o cohosh negro, y reguladores hormonales, como Macafem. Estas alternativas se consideran seguras y efectivas para aliviar los síntomas, ya que actúan directamente sobre la causa subyacente, que es el desequilibrio hormonal.

Además de los enfoques alternativos, los síntomas de la menopausia pueden aliviarse con medicina convencional,  aunque a menudo presentan efectos secundarios importantes. Por ejemplo, la terapia de reemplazo hormonal (TRH) generalmente se prescribe a las mujeres cuyos síntomas de menopausia son graves. Otros tratamientos para la menopausia están orientados a síntomas específicos, como los medicamentos para la depresión y los cambios de humor, los antiácidos para la distensión abdominal y otros problemas digestivos, o los analgésicos y antinflamatorios recetados para el dolor en las articulaciones o la tensión muscular.

TRH son las siglas para terapia de reemplazo hormonal (HRT en inglés), que se usa para aliviar los síntomas de la menopausia al proporcionar hormonas sintéticas en reemplazo de aquellas que los ovarios dejan de producir en las cantidades necesarias. Dependiendo de los resultados de los análisis, la TRH puede incluir hormonas sintéticas de estrógeno, progesterona o testosterona. Se puede administrar en forma de medicamentos orales, inyecciones, cremas o parches para la piel. Aunque la terapia de reemplazo hormonal puede proporcionar un alivio efectivo de los síntomas, su uso a largo plazo se ha asociado con una serie de efectos secundarios graves, como accidentes cerebrovasculares y cáncer de mama.

Una vez que disminuye el suministro ovárico y la producción de hormonas en una mujer, ésta deja de ovular, por lo tanto la menstruación desaparece.  Como resultado, el embarazo después de la menopausia no es posible. Sin embargo, la concepción puede ocurrir durante la perimenopausia, cuando los cambios hormonales todavía están en curso. Aunque una mujer deje de tener su período menstrual antes de los 45 años, se le recomienda usar algún tipo de anticoncepción durante aproximadamente dos años más, para prevenir un embarazo no planificado.

El sexo en la menopausia definitivamente es posible, y las mujeres ciertamente pueden disfrutar de tener relaciones íntimas pasada esta etapa, aunque a menudo enfrentan una serie de desafíos. Las quejas más frecuentes entre las mujeres de mediana edad son la sequedad vaginal, que puede hacer que las relaciones sexuales sean incómodas, o incluso dolorosas, y la pérdida de libido, que puede manifestarse en desinterés por el sexo y aumentar el estrés en la relación de de la pareja. Afortunadamente, la buena comunicación conyugal, los juegos previos para aumentar de la estimulación, los reguladores hormonales para aumentar la libido, y el uso de lubricantes y humectantes, pueden ayudar a las mujeres de mediana edad a reavivar la llama en el dormitorio.